El Hotel NOI ubicado en la comuna de Vitacura es un edificio de hormigón armado que presentó 3 desafíos particularmente exigentes:
El primero es la presencia de agua en el subsuelo, pero no como napa estable, sino como flujos debido a los deshielos de la Cordillera de los Andes y que son retenidos por el cerro san Luis y el cerro San Cristóbal, formando un dique que inunda la comuna de Vitacura. Cada 10 años esperamos el retorno de una inundación subterránea que alcance los 10 metros de profundidad medidos desde el nivel de la vereda de Nueva Costanera.
El edificio alcanza su sello de fundación aproximadamente a 21 metros desde el nivel de la vereda, de esa manera el volumen de agua desplazado en ese momento iguala el peso del edificio desocupado.
Un segundo factor que incide en el diseño de hoteles en vertical, es la cantidad diversa de programas, lo que impuso el desafío de retirar muros progresivamente desde el centro del edificio hacia los muros de contención del subterráneo, para poder albergar cocinas, lavanderías y centros de eventos.
La última característica es que se presentan dos torres como superestructura, conectadas en el último piso, además de una serie de puentes que le dan la transparencia al hall en toda la altura del edificio.
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